Lactancia

Lactancia materna y el papá.

07/08/2017

Hoy os traigo un post muy especial para mí. Qué mejor forma de explicar el papel tan importante del padre que escribiendo desde mi propia experiencia.

Los inicios de nuestra lactancia no fueron fáciles. Con todas las dificultades que se nos presentaron fuimos a pedir ayuda a una asesora de lactancia, y recuerdo perfectamente lo que nos dijo: “imaginad que sois una familia de leones, el papá es el león fuerte y listo, siempre dispuesto a cuidar de su leona y su leoncilla recién nacida. Protegiéndolas y alejándolas de otras fieras que se acerquen a molestarlas”.

Al principio la mayoría de los padres se sienten un poco “desplazados” ya que únicamente la madre es la que puede darle alimento al bebé y solo con ella se consuela. El padre puede ser partícipe en otras muchas cosas como el baño, el juego, el paseo, el porteo, cambios de pañal y el cuidado de la madre.

El post parto es un período de revolución hormonal para la madre. A veces, nos podemos sentir tristes, irritables, todo se nos hace una montaña y necesitamos sentirnos escuchadas y comprendidas. El papá aquí tiene una función muy importante, su apoyo es fundamental. Recuerdo tantos momentos sentada dando el pecho a mi hija, en los que un beso en la mejilla y un abrazo rodeándonos a las dos, me llenaban de energía y me hacían pensar en lo feliz que estaba pese a mi revuelo hormonal.

Durante la lactancia se pueden presentar problemas como poca ganancia de peso, frenillo en el bebé, grietas, mastitis,… Estas situaciones nos preocupan mucho y además nos provocan dolor. Es muy importante que el papá se informe también sobre posibles soluciones y sobretodo que le ofrezca mucha seguridad y apoyo moral a la madre.

Por otra parte, cuando un bebé llega a casa el cambio es brutal y el orden pasa a segundo plano. Aquí hay otra tarea muy importante del padre, las tareas domésticas, hacer la compra, cuidar de los otros hermanos si los hay y todo el papeleo que rodea el nacimiento de un hijo. Sin olvidar, por supuesto, la gestión de las visitas a casa.

En mi caso, siempre he contado con el apoyo de mi marido. Nunca me ofreció darle un biberón a la niña para que yo descansara, sino que una vez que la niña tomaba pecho él cogía su fulard y se envolvía con su hija, que se quedaba plácidamente dormida en pocos minutos.

El sacaleches fue uno más en nuestra familia durante los primeros meses. Fueron muchas veces las que él sujetaba el sacaleches y yo a la niña, para que succionando de los dos pechos a la vez aumentara mi producción. Mi decepción cuando veía los escasos 20 ml de leche era, en cambio, su mayor alegría: “si hemos extraído 20 ml, vas a producir mínimo otros 20!”. Tantas veces escuché la frase: tranquila, tú puedes, ya verás.

El baño siempre ha sido “su momento”, como buen padre informático, se preparó su aplicación de música relajante para bebés, una luz ténue y su aceite especial para masaje. Siempre he disfrutado tanto viéndolos a los dos…

Poco a poco, conforme el bebé crece, el apego con el papá va aumentando y la necesidad de estar con su padre también. Compartirán momentos únicos de juegos, los cuentos de papá serán “chulis”, cocinarán ricas cenas con papá, … y así, se forjará una relación única.

Después de 26 meses de lactancia materna, puedo asegurar que sin nuestro papi nada hubiera sido igual. Él ha sido siempre un pilar muy importante en nuestra lactancia y por tanto, parte importante del éxito de una lactancia que al principio no prometía mucho.

familia lactando

Fotografía: Isabel Sancho